Los mandalas presentan las formas más complejas que puedas imaginar y a la vez las más sencillas. Lo vemos de manera omnipresente en la naturaleza i.e: en las células, las flores los cristales entre otros. La palabra proviene del sánscrito y significa círculo. Los círculos tienen un significado universal asociado con sanación y oración y representan al Universo y al ser humano, al macrocosmos y microcosmos
¿Cómo usar los mandalas?
Para beneficiarte de ellos, puedes empezar por pintarlos. Esto es relajación y meditación para budistas e hinduistas. Para los tibetanos la construcción y destrucción de los mandalas de arena y granos consiste en una de las prácticas sagradas para el autoconocimiento y la erradicación del apego. Los mandalas llegaron a Occidente por los trabajos de Carl Jung. Para Jung, estos expresaban nuestra psyche y permitían a las personas entrar en contacto consigo mismas. Muchos de sus pacientes encontraban paz dibujandolos
Pintar mandalas nos ayuda a integrar y encontrar la unidad con nosotros mismos, es una técnica que implica arriesgarse a crear. Los colores trabajan con los centros de energía de nuestro cuerpo y permiten la integración de los dos hemisferios cerebrales. Desarrollan creatividad, paciencia, coordinación, concentración e intuición. Son una invitación a la reflexión y a la meditación desde nuestra propia creación, desde nosotros mismos
Pintar mandalas
Podemos enumerar dos grandes objetivos al pintar mandalas:
- Para meditar: en cuyo caso lo que más atención merece es el mandala finalizado
- Para poder conocernos mejor: en cuyo caso la forma como creamos el mandala es lo más importante
Empieza imprimiendo unos mandalas de internet o compra láminas para colorear que venden en cualquier librería. Usa tus colores o plumones, busca un sitio tranquilo, pon música y si lo deseas incienso. Antes de colorear encuentra tu centro mediante la respiración y solo entonces empieza y disfruta de esta experiencia. Tambien puedes probar con otros materiales como escarcha, flores, cristales, granos para adornar aun mas tu obra. Concéntrate y dedica este tiempo para ti y para tu creación
Una vez termines observa tu mandala fíjate en cosas como: los colores que usaste o los patrones que seguiste. ¿Fuiste desordenado o muy disciplinado?, ¿Lo hiciste de afuera hacia dentro buscando el centro?. ¿Trabajaste de una forma expansiva hacia afuera?. Dedica unos minutos a observar tu creación final y deja que te hable de ti mismo?. Revisa ¿qué te transmite?, ¿cómo te sientes?, ¿qué te dice sobre ti mismo?.
Regálate este espacio de creatividad y relajación para tu transformación interior y autoconocimiento, al final, ofrece tu mandala a algún propósito superior
Aquí un link que me encanta con muchos mandalas
